Eric Jaqmain, con 19 años y 90 dólares, se ha entretenido en cortar y pegar 5800 espejitos en una antena parabólica.
Cuando se orienta al sol, el invento pone en llamas y funde casi cualquier cosa.
En el vídeo se ve el aparato en funcionamiento:
Lo primero que se pregunta uno es: Ok..¿utilidad doméstica?
Y a quien alguna vez haya visto una central eléctrica solar se le vendrá esta imagen a la cabeza:
Miles de espejos-girasoles reflejan y concentran los rayos del sol en un recipiente ubicado en lo alto de una torre central. El líquido en el recipiente (puede ser agua) se calienta, y sus vapores mueven turbinas que generan energía eléctrica. La central de la foto produce 10MW.
No dudo que la maquinita de Eric habrá encajado algunas fichas en los Tetris de gente con los conocimientos y la capacidad necesaria para abrir otras puertas en el mundillo de las energías renovables caseras. (Las placas solares no son la panacea)
¿Se llevarán los alternativos rurales las parabólicas al campo? Les seguiremos la pista..
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