sábado, 29 de octubre de 2011

Como andar, como comer.

Durante un curso de un mes con Sayagyi U Ba Khin, en Birmania, experimenté un estado muy profundo de bhanga (disolución total) en el cual todo mi cuerpo parecía haberse disuelto en una masa de vibraciones constantemente surgiendo y desapareciendo. Si sucedía que miraba a alguien, únicamente veía un atisbo de la silueta de esa persona rellena de una especie de parpadeo o oscilación.
Un día durante este curso mi profesor me dijo, "Ven Goenka, te voy a mostrar como andar". ¿Qué significaba esto? Yo no era un bebé que andara a gatas. Era un hombre hecho y derecho!
Sayagyi me explicó: "Anda como lo haces normalmente, ni rápido ni lento. Mientras andas, sé consciente de cada movimiento de tu cuerpo y al mismo tiempo se consciente de lo que esté ocurriendo en tu interior".
Había estado practicando esto durante los cursos de 10 días, pero ahora era diferente. Lo intenté y me dí cuente de que mientras caminaba podía seguir percibiendo el flujo de vibraciones, la realidad sutil en mi interior. A nivel superficial era consciente de mi andar y a un nivel más profundo era consciente del incesante proceso de cambio en mi interior. Una masa de átomos moviéndose, en vez de un cuerpo sólido.


"Ahora ven", dijo Sayagyi, "te voy a enseñar a comer". Ya para entonces había aprendido que, aunque ya no era un niño al que le tuvieran que alimentar con cuchara, todavía había algo que necesitaba aprender.
Fuimos al comedor y me pusieron enfrente de una bandeja con comida, con cada alimento en un plato diferente. "Trocea cada cosa y ponlas en un cuenco", dijo Sayagyi.
"Ahora mézclalo todo, líquido y solido, dulce o acido, combinalo todo". Esta es la manera en la que se supone que los monjes deben comer. Lo hice como me dijo y mezcle toda la comida junta en un cuenco.
"Ahora, permanece en un profundo bhanga", dijo Sayagyi. "Mantén tus ojos cerrados y continua. Toma un bocado de comida con tus dedos y nota las sensaciones". Lo hice y al tocar la comida sentí fuertes vibraciones.
"Coloca la comida en tu boca y siente las sensaciones.." Lo hice, sintiendo vibraciones en mis labios, mi lengua y encias.
"Mastica la comida y trágala sintiendo las sensaciones". Lo hice, sintiendo vibraciones en mi boca y garganta. El sabor de la comida era inmaterial. Lo experimente como vibraciones entrando en las vibraciones de mi cuerpo.
Habiendo terminado la comida en esta manera Vipassana tan especial, se me pidió que descansara. Fuí y me acosté en la cama. Por algún tiempo continué sintiendo claramente los movimientos y vibraciones en mi estómago e intestinos.
Tras aquel curso, todas mis preferencias de comida desaparecieron. Había sido muy aficionado de algunos de los platos indios más especiados. Ahora puedo comer cualquier cosa que me pongan delante, pero si hay posibilidad de elección mi mano se va directamente a por la opción más simple. Había aprendido a comer. No para satisfacer los antojos sino para proveer los nutrientes que este cuerpo necesita para poder seguir adelante con sus tareas.

Gracias a Sayagyi, gracias al Dhamma.

viernes, 7 de octubre de 2011

domingo, 2 de octubre de 2011

Dinero



Solamente cuando se haya envenenado el ultimo río,
cortado el ultimo árbol
y matado el ultimo pez
el hombre se dará cuenta de que el
dinero no puede comerse.