sábado, 30 de julio de 2011

Tao

Lima las aristas,
suprime lo divisible,
empaña lo que brilla,
confúndete con lo que es tan humilde como el polvo.
Esta es la verdadera igualdad,
que no se puede conocer,
ni se puede enajenar,
ni ser beneficiada,
ni ser dañada,
ni ser exaltada,
ni ser adulterada.
Luego es la cosa más valiosa del mundo.

Capítulo LVI, Tao Te Ching.

lunes, 25 de julio de 2011

Los nadies

Sueñan las pulgas con comprarse un perro y sueñan los nadies con salir de pobres, que algún mágico día llueva de pronto la buena suerte, que llueva a cántaros la buena suerte; pero la buena suerte no llueve ayer, ni hoy, ni mañana, ni nunca, ni en lloviznita cae del cielo la buena suerte, por mucho que los nadies la llamen y aunque les pique la mano izquierda, o se levanten con el
pie derecho, o empiecen el año cambiando de escoba. Los nadies: los hijos de nadie, los dueños de nada. Los nadies: los ningunos, los ninguneados, corriendo la liebre, muriendo la vida, jodidos, rejodidos.

Que no son, aunque sean.
Que no hablan idiomas, sino dialectos.
Que no profesan religiones, sino supersticiones.
Que no hacen arte, sino artesanía.
Que no practican cultura, sino folklore.
Que no son seres humanos, sino recursos humanos.
Que no tienen cara, sino brazos.
Que no tienen nombre, sino número.
Que no figuran en la historia universal, sino en la
crónica roja de la prensa local.
Los nadies, que cuestan menos que la bala que los
mata.

Eduardo Galeano. El libro de los abrazos.

miércoles, 20 de julio de 2011

Seis palabras, seis consejos

Tilopa le dió a Naropa una enseñanza llamada «Seis Palabras de Consejo».
En Tibetano, la enseñanza se llama gnad kyi gzer drug.


viernes, 15 de julio de 2011

Felicidad

Toda la dicha que hay en este mundo,
toda proviene de desear que los demás sean felices;
y todo el sufrimiento que hay en este mundo,
todo proviene de desear feliz yo.

domingo, 10 de julio de 2011

Conciencia y consciencia

Los términos conciencia y consciencia no son intercambiables en todos los contextos. En sentido moral, como capacidad de distinguir entre el bien y el mal, solo se usa la forma conciencia:

«Mi conciencia fue la más cruel de mis jueces... ¡nunca me perdonó!»

Con este sentido forma parte de numerosas locuciones: como tener mala conciencia, remorderle [a alguien] la conciencia, no tener conciencia (no tener escrúpulos), tener cargo de conciencia, etc.
Con el sentido general de percepción o conocimiento, se usan ambas formas, aunque normalmente se prefiere la grafía más simple:

«Tengo conciencia de mis limitaciones»

El adjetivo correspondiente, en todos los casos, es consciente, y su antónimo, inconsciente. No son correctas las formas conciente ni inconciente.

El verbo correspondiente (‘hacer que [alguien] sea consciente de algo’) es concienciar (no concienzar). En América se usa también la forma concientizar: «¡Aquí necesitamos gente como ustedes para concientizar al pueblo!»
Los sustantivos son, respectivamente, concienciación y concientización.