viernes, 21 de mayo de 2010

Huaina Potosi

Para tirarse de los pelos, locura, agotamiento, frio y vertigos..

Descendiendo al amanecer.. Por fin algo de calor!!

Subir al Huaina Potosi no me ha parecido tan "accesible para gente sin experiencia" como
te lo venden en las agencias de montaña.. Pero claro, en Bolivia todo es un "SI" a la vida, sobre todo si se trata de vender.. y más a los gringos
Como la cosa era tan fácil y poco técnica, Carlos y un servidor sopesábamos una y otra vez la posibilidad de hacer la ascensión sin guia, únicamente alquilando el equipo (botas plasticas, crampones, piolet, pantacas y chaqueta goretex, guantes y poco más).
Tras recorrer casi todas las agencias de la calle Sagárnaga acabamos encontrando una oferta de 600 bolivianos (60 euros) que incluía guía, transporte, comida, equipo.. todo.
Esta oferta, comparada con alquilar sólo el equipo, rompía precios, así que nos decidimos por ir con guía y quitarnos un montón de engorros del "do it yourself"...
La verdad es que no me arrepiento en absoluto. De hecho, me hubiera arrepentido muchísimo si no lo hubiéramos hecho en plan "pack agencia con guia", por que al final la ascensión no resultó ni tan fácil ni tan accesible.. Recuerdo que cuando hicimos cima, a eso de las 5 de la mañana, todavía de noche, los guias de las 5 o 6 cordadas hablaban entre ellos, bromeando, etc mientras que los "clientes" (no había clientes sin guía) estábamos petrificados por el frio, el agotamiento.. y sobre todo por el miedo que teníamos en el cuerpo..
A las 12 de la noche el refugio comenzó a despertar.. Los gringos salieron primero, y luego los polacos.. Carlos había pasado una noche terrible, vómitos y diarrea..
Bajonazo: tenía mal de altura, aunque yo pensaba que serían los nervios..

-Vamos Carlillos joder, tómate un sorchipil y en 15 minutos estas como nuevo..

El pobre estaba fatal total.. imposible menearse.. Se acostó de nuevo y aguantó toda la noche vomitando bilis en una botella. Cuando me lo encontré de nuevo, a eso de las 9 a.m. los dos estabamos destrozados.. y todavía teniamos que bajar un buen trecho.. Pero yo por lo menos había hecho cima.. El soroche (mal de altura) le había pegado muy fuerte..

A la mañana siguiente, Carlos de buen rollo :)

Me puse el equipo, 3 pantalones, toda las camisetas y jerseys que tenía y encima la chaqueta, arnés, etc y una a eso de la 1:45 me encordé a Felipe, mi guia, y empezamos a pinchar la nieve con los crampones.. 50 metros después uno de los polacos bajaba: Mal de altura.. Su guía lo dejó en el refugio, volvió solo y se enganchó a nosotros..

Felipe, un guía excelente..

Anduvimos a buen ritmo durante una hora, alcanzamos la cordada de las gringas, que andaban vomitando a cada rato.. Mal de altura..
Agujeros enormes en la nieve que cruzábamos por puentecitos naturales de hielo, todo en la oscuridad, aunque la luna, que era decreciente, pintaba la nieve con luz azulada..
Las demás cordadas eran pequeñas manchas de luz blanca moviendose en la oscuridad, a diferentes alturas y anchuras..Poco a poco fuimos adelantando a unas cuantas cordadas..
Me encontraba muy bien, tirábamos fuerte y la pendiente era constante pero no demasiado pronunciada..
Por las luces pude ver que se avecinaba una buena subida, pues se veian muy cerca, pero al mismo tiempo muy altas.. Buf! Primera subida potente, muy potente.. El piolet deja de ser bastón para pasar ser garra.. Vaya.. el cambio de ritmo, y probablemente el miedo, te saca los jadeos rápidamente.. No estaba acostumbrado a colgarme de la punta de los crampones y un solo piolet.. sobre todo sopesando que una caida mía arrastraría sin ninguna duda a Felipe, rodando ladera abajo.. Aunque a diferencia de lo que nos esperaba más arriba, la caida no era muy mortal..
Seguimos andado y, con la noche, el frio aumentaba.. A eso de las 4 y pico lo estaba empezando a pasar mal. Mear me dejó las manos congeladas.. Felipe y sus 12 años de experiencia en alta montaña también estaban pasando mucho frio. Yo todavía tenia un forro polar en la mochila.. Paramos y yo le pasé mi forro y el me cambio sus guantes por los mios, lo cual mejoró mucho la situación de mis manos..

-Beba ahora por última vez por que el agua se va a congelar.

Bebi un trago de granizado y seguimos andando.. Quedaban dos cordadas por delante y según Felipe, en 45 minutos haríamos cima.. Lo que no me dijo es que iban a ser 45 minutos muy intensos.. Al poco nos cruzamos con un gringo que se daba la vuelta.. Me paré a hablar unos instantes con el. Cada vez que me detenía a descansar, la cuerda se tensaba, y Felipe, sumisamente, se detenía sin mirar para atrás.
-Whats up?
-Going down!
-I have Sorochipil, take one.. (En el último momento Carlos me había deslizado una pastilla de Sorochipil en el bolsillo)
-No, I am going down, it´s better this way, better..

Unos 100 metros más adelante, ya por encima de los 6mil, nos encontramos con lo que había hechado para atrás al gringo.. Una rampa que apuntaba directamente hacia el espacio exterior de nieve dura y hielo, muy vertical.. Buf, buf!

-Joder! joder!
Y Felipe repitió:
-Joder tío! :)

De nuevo crampones y piolet en acción.. En menos de 3 pasos estaba jadeando, parando, gimiendo.. De nuevo dos pasitos y parar.. Felipe tenía la misma paciencia que la montaña.. paraba y esperaba hasta que yo volvia a dar dos pasos.. Conforme subíamos el suelo se alejaba y desaparecia en la noche azul.. Para mi era como meterse directamente en la boca del lobo, más y más..
Estaba agotado, congelado, acojonado, y con la mente confundida.. Hachazo con el piolet, un crampón, el otro, gemir, gemir, respirar, gemir, forcejear con el piolet para sacarlo (concentraba todas mis energias en pegar un buen hachazo para clavar el piolet, luego me costaba un huevo sacarlo)..
Así durante un buen rato hasta que mi cabeza asomó por una arista de nieve.. Puff.. Al otro lado el infinito.. Joder.. que carajo es esto.. Una arista de no más de 30 cm de ancho nos llevaba directamente a la cima.

-Ponte de pies nomás.. no tengas miendo
-!¿?¡
-No tengas miedo, ponte de pies..No tengas miedo

Cima en el Huaina.. La batería de la cámara (y la mía) estaba congelada y apenas pude hacer un par de fotos..

Buf, buf.. Que locura..
-Oye, pero..
-Esta bueno nomás, póngase a un lado y yo al otro de la arista..

Me monté a horcajadas sobre la arista, y así, con una pierna en cada infinito, me incorporé como pude y empezamos a andar muyyy lentamente, poco a poco, hacia arriba. Por ser tan estrecho el sendero a veces se me enganchaban los pinchos de los crampones en los pantalones.. Me detenia, reculaba, y volvía a dar el paso.. A los 4 o 5 pasos me volvía a suceder.. Felipe paraba, me miraba y esperaba..
Iba clavando el piolet donde podía, dando el hachazo con todas mis fuerzas.. Perdía bastante tiempo con eso, sobre todo con arrancarlo de nuevo, así que decidi concentrarme en andar bien y listo..
Todo ese tramo de 40 o 50 metros me sacó todo, físico y mental..
Al llegar arriba, la cima no era mas que un gran copo de nieve colgando, inclinado.. Nos sentamos de cuclillas junto a la otra cordada y solo pensé en comer algo e intentar entrar en calor..
Era de noche, amaneceria en unos 20 minutos. La cámara no funcionaba y lo que menos me apetecia era hacer fotos o yo que sé, ninguna cosa.. Bueno, sí, sólo queria bajar, creo que como todos los clientes que estabamos allí..
Al mirar hacia donde habíamos venido vi las luces de un par de cordadas haciendo malabares sobre las aristas. Sentí un vértigo abrumador..No tanto por ellos sino por mi, jejeje.. Y pensar que tenia que volver a bajar por allá no era nada agradable..Intenté no mirar mucho y concentrarme en la cima.. Ninguna gran alegria ni júbilo.. Las luces de La Paz se veian a lo lejos..

Sonrisa para la foto y de nuevo a la cruda realidad..

La primera cordada decidió bajar, antes del amanecer. Felipe y yo nos miramos y entendimos que.. A bajarrrr!!!

Desandar la arista y el destrepe de la pared fue bastante loco y extenuante, sobre todo por que quieres hacerlo bien y le pones energias para concentrarte.. Lástima de la cámara por que las vistas eran inpresionantes, increibles.. Me metí la bateria entre la ropa y al rato pude hacer algunas fotos..


Al llegar al refugio estaba bajo mínimos..Me encontré con un Carlos demacrado.. Teníamos que seguir bajando, sobre todo por el.. Yo me hubiera quedado bien a gusto un par de días allí, descansando, embutido en el saco de dormir, pero agarré todos los bártulos, hice las mochilas y descendimos hasta los 4mil y pico..


Conforme ibamos descendiendo Carlos se iba sintiendo paulatinamente mejor, pero luego, más tarde, ya en el coche, dando tumbos por los caminos, tuvimos que detenernos para poder vomitar un poco mas de bilis..
Un par de días en la cama del hostal de La Paz, buena comida y voilá..

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