lunes, 15 de febrero de 2010

MachuPichu

Nuestro primer día en Aguas Calientes nos levantamos muy pronto y emprendimos camino hacia MachuPichu (en las oficinas del pueblo nos dijeron que MachuPichu estaba cerrado y no se vendian tickets y que las autoridades no nos dejarían ni cruzar el puente del rio Urubamba).
Pero como nos habían dicho tantas veces NO a lo largo del camino (no vayan!, no hay paso!, las vías están inundadas...)
Caminamos por las vías y llegamos al puente: El rio estaba desbocado. Para entonces ya se habían caido muchos puentes en varias provincias y se contabilizaban unos cuantos muertos y desaparecidos.


Cruzamos y empezamos a subir. 500 metros más arriba están las ruinas. Los escalones originales, creados por los antiguos inkas, no dan tregua al cuádriceps, pero es que el servicio de autobus cuesta 14$ (aunque no estaba funcionando en ese momento). La entrada a MachuPichu cuesta 40$. Y tomar una incakola en el restaurante de arriba ni te cuento. Los "inkas modernos" no dan tregua a tu billetera.


Conforme subíamos, nos fuimos separando, cada uno a su bola, con sus tiempos y sus descansos.
El último escalón te deja sin aliento y en los tornos de acceso a las ruinas. Una placita, unos bancos, el hotel y un restaurante. Andy, Isaac y Doug descansaban en un banco. Los demás no tardaron en llegar.


No se podía pasar. No vendían entradas. Esa misma noche había habido un deslizamiento de tierra en el camino del Inka (el original, el de pago) y había muerto un guia y una turista. Para entonces Aguas Calientes ya llevaba varios días aislado, así que las autoridades decidieron cerrar MachuPichu y evitar más accidentes.
Ahora sé que si hubieran mantenido el acceso abierto, mucha gente se habría aventurado a llegar hasta donde nosotros estabamos a casi cualquier precio.
En los tornos nos dejaron claro que el acceso a MachuPichu estaba prohibido, cerrado, clausurado.. hasta dentro de mucho tiempo.
En el horizonte del cielo, entre la vegetación, se veian las famosas terrazas verdes de piedras que servían de plataformas de cultivo a los inkas, y también algunas ruinas.
Por los tornos iban saliendo senderistas conforme iban finalizando el camino del Inka original (el camino original termina en el propio MachuPichu entrando a el por la puerta del Sol, un acceso imposible desde nos encontrábamos). La tónica general de la gente eran caras largas. Un par de chicas llorando y gente afectada, supongo que también por el cansancio. Un equipo de rescate de militares entró por los tornos.
El tiempo pasaba, mientras desayunábamos y veíamos el trajín continuo de gente. Al salir, lo primero que hacía todo el mundo era sentarse por el suelo y extender sus ropas mojadas al sol.
Una hora después, el equipo volvió a salir por los tornos cargando una camilla con el cuerpo del guía fallecido a medio cubrir.
Isaac se quitó el sombrero, y toda la escena me generó un extraño flashback entre película de western y españa negra. No sé porqué.
No recuerdo que hicimos en la siguiente media hora, pero en un momento dado un grupo de 4 o 5 argentinos emprendió camino hacia las puertas y entendimos que iban a volver a entrar, con intenciones de visitar las ruinas. Como por acto reflejo, nos levantamos y nos enganchamos a ellos. No había vigilancia en los tornos, pero en la segunda puerta, estaba la misma chica que nos habia dicho "no" hacia un par de horas, y estaba verificando que la gente que entraba fueran senderistas del InkaTrail..

-Mira, somos los mismos de esta mañana.. Sé que no es el mejor momento pero.. llevamos andando 6 días por las montañas y.. si sólo nos dejaras asomar la cabeza un instante y al menos poder hacermos unas fotos..

-Ok, pasad. Son las 9:45. A las 10:30 aquí.

Bingo! Unos metros más adelante se abrió ante nosotros una vista espectacular, con el Waynapichu al fondo, entre hilos de nubes, y la ciudad de MachuPichu a sus pies.
Me volví y nuestras miradas se cruzaron y brillaron. We made it! Man, dunno what you told her, but i am gonna kiss you in the mouth! Ned no habla castellano.

No había ni un sólo turista..

Nos contó Pepe que las terrazas actuan como unas placas solares que almacenan el calor para liberarlo por la noche. Es un lugar de mucha energía, y las semillas de las plantas aquí cultivadas eran especiales, los inkas podían modificar su estructura molecular. Luego eran mezcladas con grandes cantidades de semillas cultivadas en las grandes extensiones de los valles. Las semillas de alta calidad irradiaban sus características a las otras.

He aqui el método que usaba Paco Pizarro para hechar abajo las murallas de los Inkas.



Estuvimos varias horas deambulando por las ruinas.. Isaac se había traido su frisbee (el disco playero que vuela) y desde uno de los acantilados se decidió a ofrendarselo a la Pachamama..
El apoyo fue unánime..

Lanzamiento de disco desde el palco de honor. Ánimo Isaac!

El plato amarillo voló y voló.. Se iiiiiiiiiiiba.. Lo perdíamos de vista.. Fué un momento muy emotivo.. Estos gringos tienen algunas salidas muy buenas, la verdad (¿he dicho lo del peta que nos habíamos crujido un rato antes? jeje). Todos apostábamos que llegaría al otro lado del rio, allí abajo..


De repente empezó dar vueltas sobre sí mismo y calló en vertical, antes de llegar al rio.. Doug sentenció "the spin run off!". Efectivamente, el disco dejó de girar y entró en barrena. De alguna manera todos felicitamos y consolamos a Isaac, uno de las personas más místicas que he encontrado en mi viaje.

Una maravillosa jornada de picnic.

2 comentarios:

  1. hola, me podes pasar tu mail? necesito hablar con vos sobre esta aventura, gracias, soy nico

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