lunes, 14 de diciembre de 2009

Fronteras

En la última semana, pistoleros camuflados de viajeros, se han levantado de sus asientos y han atracado dos buses de la compañia CIVA, en las zonas fronterizas de Ecuador y Perú.

Anoche tomé el bus de Cuenca (Ecuador) a Piura (Perú), desde donde escribo esto.. Otras 10 horas de autobús, con frontera incluida..
He atravesado ya muchas fronteras latinoamericanas, pero hasta ahora lo hacía en bicicleta, a plena luz del día. Normalmente las fronteras son lugares desangelados, un tanto sórdidos y, as a gringo, no es conveniente perder mucho tiempo en ellas. Casi siempre hay pequeñas poblaciones o simplemente asentamientos comerciales, mucha suciedad, caos, y dos nombres, dependiendo del lado en el que uno se encuentre.
En este caso Huaquillas es Ecuador, y Aguas Verdes es Perú. Dos caras de la misma frontera.
Algunas horas despues de iniciar el viaje nos detenemos en un puesto fronterizo. Soy el único de todo el autobus que deja Ecuador y toca sellar. El autobus me espera. El trayecto ha sido duro, la carretera es mala e impide el ritmo constante que permita conciliar el sueño. La guerra de músicas entre el hilo musical balada-latina y algún energúmeno con un stereo pop-latino en la parte de atrás. La gente lo aguanta todo sin rechistar, incluida una hora y media de bazofia Colmillo blanco en el video a todísimo volumen.. Yo también, previo acople de tapones en los oidos. No viajes sin ellos, ou yeah.
Relleno los papeles, me sellan la salida, y cuando vuelvo al autobus, me dice el chofer que me suba a otro bus que hay esperando al lado, que el mio sigue un poco más pero no llega a Perú (Vaya, esta frontera es ancha, recuerdo haber pensado.. Y lo achaco a mi somnolencia)
Cojo mis trastos y subo al otro bus y nada mas arrancar..mierda! me he olvidado el acordeón!
Total.. persecución nocturna de buses por el Tijuana peruano. A toda velocidad por las calles, pitando, lanzando rafagas y que nada, mi antiguo bus no se detiene. Pasamos a un patrol de la policia. Nada. Mientras, en mi bus hay gente que se quiere bajar y poco a poco, a pesar de los esfuerzos del conductor, vamos perdiendo de vista el autobus..
No se preocupe mister, que no lo perdemos, y asi vamos comiendo calles y calles.. Volvemos a acercarnos, el bus dobla a derechas y nosotros seguimos recto unas calles más.. Yo flipo. El conductor me dice que me baje y que empiece a correr por una calle para intentar atraparlo..
Sin comerlo ni beberlo me encuentro con mi equipaje repartido en dos buses distintos que parecen conducidos por Robert de Niro y Al Pacino en HEAT y yo corriendo por las calles sin saber donde ir.. No se si parar y llorar o seguir corriendo y olvidar..
Al doblar una esquina un autobus se cierne sobre mi.. Le hago el alto.. Si! es mi ex! Mi acordeón! Está a salvo! Muchas gracias! Chao!
Vuelvo a descorrer lo corrido.. Cielos leoncio! me estan esperando! Subo y me doy de bruces con un.. dios santo, un yonki fronterizo engominado que se ha colado y anda soltando el sermón a las 3am a un público más disperso que un camposanto de zombies. La gente parece aturdida, se están despertando y probablemente preguntandose..¿por qué?
Nadie le da nada al yonki, que creo que vende 4 caramelos por 1 sol peruano. Se cabrea y, nada sutilmente, transforma su arenga en una amenaza mal estructurada..Abandone la unidad (de transporte) le espeta el conductor. Seguimos unas calles más.
Finalmente llegamos a "la otra frontera". Bajamos todos a fichar y sellar entrada a Peru.
Con las pestañas ya despegadas, sello (un tipo me ofrece rellenarme los papeles. Al cuarto intento logro entenderlo. Paso. Siempre hay que pasar de todo en las fronteras, yes) y pregunto por el baño.
No hay baños, pregunte al policia.. Le pregunto y se lo piensa..Uhmmm.. ok, pero solo para orinar! Si, si, solo orinar! Entro en las dependencias policiales de la frontera peruana. Un par de literas y un tipo durmiendo. Paso al baño. Pis. La cadena no funciona, hay que llenar una botella de plastico descabezada en un barreño. Suciedad y vejez máximos. Voy de nuevo al bus..Un retoño de cucaracha pasea por el reposapies. No vamos muchos, pero todos muy cargados, con bolsas y bolsas (alcancé a ver paquetitos de galletas) que no dejarán de hurgar durante todo el trayecto del cual pueda tener conciencia. Me acurruco en mis dos asientos..

Esta mañana me he despertado. El bus estaba aparcado. Una señora viejisima con una cara muy simpatica "Ya llegamos señor". Joder.. Me encontraba masacrado. Todo mi equipaje desperdigado pero intacto. Me lavo la cara en un baño pútrido de estación. Salgo a la calle, empiezo a andar.. El sol brilla y el aire sopla.. La vida.. ah..la vida!
Bienvenidos a Peru.

1 comentario:

  1. Por fin te ayuda un yonki!

    Parece que los yonkis peruanos salen bastante mas simpaticos que los de Golfito, Costa Rica.

    Un abrazo, colega!

    -Martin

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