lunes, 20 de junio de 2011

La mente que trasciende

Las enseñanzas dejan claro que, si todo lo que conocemos de la mente es ese aspecto de ella que se disuelve al morir, quedaremos sin tener ninguna idea de lo que sigue, ningún conocimiento de esta nueva dimensión de la realidad más profunda de la naturaleza de la mente.
Así pues, es esencial que nos familiaricemos con la naturaleza de la mente cuando aún estamos vivos. Sólo entonces estaremos preparados cuando se revele espontáneamente y poderosamente en el instante de la muerte, podremos reconocerla, dicen las enseñanzas, tan naturalmente como corre un niño hacia el regazo de su madre, y, permaneciendo en ese estado, quedar finalmente liberados.
La descripción de la naturaleza de la mente conduce naturalmente a una instrucción completa sobre la meditación, ya que la meditación es el único medio por el que podemos desvelar repetidamente y poco a poco comprender y estabilizar esa naturaleza de la mente.

El libro tibetano de la vida y de la muerte, Sogyal Rimpoché.

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