Sin ir más allá de nuestra puerta,
podemos conocer el mundo entero.
Sin asomarnos a ningún balcón,
contemplar el Tao del cielo.
Cuanto más nos alejamos,
menos conocemos.
Luego el Sabio todo lo conoce sin trasladarse;
Todo lo ve sin haber mirado;
Todo lo cumple sin haberlo ejecutado.
Capítulo XLVII. Tao Te Ching
No hay comentarios:
Publicar un comentario