martes, 10 de mayo de 2011

CINE: Three outlaw samurai (Tres samuráis fuera de la ley)

La palabra Samurai toma su origen en saburai, que significa aquellos que dan servicio.
Los samurais eran una élite militar que gobernó Japón durante cientos de años. No utilizaban ningún escudo para su protección, dado que la katana (espada curva) era un arma defensiva y ofensiva al mismo tiempo.
El mayor dogma del bushidō («Camino del guerrero») radicaba en el aspecto de reforzar la idea que tenían los samuráis de sí mismos como miembros de una élite superior al resto de la sociedad. Un aspecto al que se daba mucha importancia era el anhelo de morir por su señor o por su causa, fuese la que fuese.
Muchos samurais se sintieron atraidos hacia la disciplina Zen. El objetivo de esta filosofía es buscar la armonía espiritual, la cual lleva a un «fluir entre la vida y la muerte», a través de la meditación.

El director de Tres samuráis fuera de la ley, Hideo Gosha, en esta película de 1964, traslada el mundo samurai al plato que ha de zamparse el espectador, imprimiéndole un sabor sencillo y exquisito, lleno de aromas y esencias profundas del japón más seppuku que quizás no calen en aquellos paladares acostumbrados al sabor de la cocina de microondas (¿quien dijo Hollywood?).

Ni la inmaculada perfección de vitrina de Bruce Lee, ni el humor chabacano de Jackie Chan, ni la sangre animada de los quirófanos Tarantinos. Quien busque estos ingredientes se puede ir al videoclub de la esquina. Gosha agrega cada ingrediente en su justa medida y en la proporción aurea, para mostrar que, al fin y al cabo, los samurais son también seres humanos. Especiales, pero humanos.

En Tres samuráis fuera de la ley, Sakon Shiba es un samurai vagabundo como lo es el agua de un arroyo, que tropieza con una banda de campesinos que ha secuestrado a la hija del magistrado de la aldea, con la esperanza de poder hacer escuchar sus quejas y mejorar así las condiciones de vida de las clases humildes. Sakon, motivado no tanto por el vehículo (el rapto) ni por la finalidad, sino por la entrega de los campesinos hacia su causa, decide ayudarlos.
Y es precisamente por la misma razón (la pureza de la entrega) por la que otros dos samurais, Sakura y Kikyo, acabarán, primero uno y finalmente el otro, aliando sus fuerzas a las de Sakon.
No faltan luchas, acción y.. ¿amores?

Se encuentra en los sitios habituales de descarga de torrents.

1 comentario:

  1. Hola, perdona mi ignorancia, pero no entendí eso que dijiste sobre las películas de Bruce Lee, ¿A qué te referías exactamente?

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