jueves, 26 de febrero de 2009

Panama city

La rodilla de Jessica dolía desde hacía dos dias. Nuestra entrada en Panama ciudad ha sido poco triunfal. A unos 10 km ya no aguantaba más -y tampoco queriamos darle otra tortilla de ibuprofenos, jejeje-, así que, buscamos un taxi.
Curiosamente un taxista que queria evitar sufrir los atascos del puente que cruza el canal de Panamá -está en obras- fue el que nos concertó una camioneta donde metimos las bicis y los cuerpos.
Además, hace un par de semanas Greg me envió un mail:
"do not, i repeat DO NOT ride over la puente americanas coming into panama city - its suicide."
Comprimido entre las bicicletas, mientras cruzamos el dichoso puente pienso que no es para tanto, no hay arcén -shoulder- pero se puede hacer.. Aunque mejor así.
La cosa es que es enorme.. y abajo, el famoso canalito, y el oceano Pacifico.. Y la ciudad..Peligrosa y loca, una burbuja de super-civilizacion en una bañera de desolación, montañas, pies descalzos y soledad durante cientos de kilometros.
Ayer flipabamos en un enorme supermercado 24h con productos de todo el mundo a unos precios increibles. Frustración de Martin al encontrar el ron nicaraguense que ha paseado por media centroamerica 3 dolares mas barato aqui, al final de su viaje, jejejeje.
Luego fuimos a cenar a Niko's Cafeteria, tambien 24 horas por $1,75 el plato sin carne.
Unas cervezas de importación a medio dolar y por un rato pensamos que podriamos vivir aquí! Despues de todo este tiempo de sol, asfalto y absoluto desabastecimiento a lo largo (¿y ancho?) del pais, donde encontrar cualquier cosa distinta de Doritos y Fanta era banquete, y trasnochar era seguir despierto despues de las 8pm, nuestro pequeño ricón de neón junto al hostal es como andar por la cuerda floja sin red. Nos dan mareos y sucumbimos a la divina gracia de la globalización.

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